martes, 14 de septiembre de 2010

viernes, 20 de agosto de 2010

Historia del colegio Beato Damian De Molokai

Historia del Colegio Beato Damian De Molokai
  El Colegio Beato Damián de Molokai,es un colegio de carácter particular subvencionado pertenece a la Parroquia Buen Pastor y es administrado por la Fundación Juan XXIII, se encuentra ubicado en la Villa Todos Los Santos, Santa Marta Nº 1397. Entrega Educación en los niveles de Pre-kinder a 8º año básico, cuenta con una matrícula de 365 alumnos. Su calidad en la educación le ha permitido alcanzar excelencia en la educación y cuenta actualmente con un cuerpo de profesores de alto nivel, entre los cuales dos cuentan con la Excelencia Pedagógica, más un personal calificado y comprometidos con su Comunidad escolar. El colegio Beato Damián de Molokai entrega una sólida educación basada en principios y valores cristianos católicos. Cuenta además con laboratorio de computación, laboratorio de ciencias, un centro de recursos de aprendizaje CRA (biblioteca) y programa de becas alimenticias y de salud preventiva Junaeb. El padre Alberto Berden Luyck Párroco de la Parroquia Buen Pastor es el gestor y grana colaborador del Colegio. A través de el se han obtenido fondos desde su país de origen Bélgica para implementar el colegio con recursos pedagógicos. El colegio está en el sistema Educativos con Jornada escolar completa, por lo tanto, cuenta con una gran gama de talleres extra escolares que están dirigidos a las diversas áreas de formación científicas, medio ambientales, artísticas, deportivas y religiosas.



Elementos del Vitral 
A mano derecha, se encuentra la figura del Padre Damián.  La palmera representa a las islas, propias del lugar. El evangelio y la cruz son como una luz que nos lleva al cielo (La estrella representa al cielo). Del ojo del padre, salen unos rayos que miran al leproso, es decir, el padre se fija especialmente en el mas pobre, el mas enfermo, el mas necesitado "El Leproso". El cuello blanco del padre representa su sacerdocio que es salvación para el leproso y  también las vendas del enfermo. El color café representa en la cabeza del padre, la cabeza del leproso y la base del barco nos indican la vocación, la misión y la obra que el beato iba a realizar en la isla de Molokai.


BIOGRAFIA DE BEATO DAMIÁN DE MOLOKAI

BIOGRAFIA


Beato Damian De Molokai 
"EL LEPROSO VOLUNTARIO POR AMOR"
"ningún sacrificio es demasiado grande si se hace por Cristo"

  Nació el 3 de enero en la finca de sus padres, en Tremeloo, Bélgica. Su nombre de bautismo es José Veuster. Estudió en Braine-le-Comte. Entró en la vida religiosa con los Padres de los Sagrados Corazones de Jesús y María (SS.CC.), el 7 de Octubre de 1860 y tomó como nombre Damián.
Siendo novicio en París se ofreció para las misiones. Los SS.CC. habían llevado la Iglesia Católica a Hawai y todavía estaban encargados suplir los sacerdotes. En 1864 lo enviaron a aquellas islas y dos meses mas tarde, el 24 de mayo, fue ordenado sacerdote en Honolulu, la capital.
Su primera parroquia fue con los nativos de Puno y Kohala, tierra árida y volcánica donde no existía iglesia ni ayuda alguna. La extensión de su territorio es aproximadamente que toda Bélgica, su patria. Recorría todo ese terreno sin detenerse ante las grandes dificultades. Trabajó con sus manos para construir la iglesia y se ganó la estima de aquella gente.
1873 MOLOKAI
 En Hawai se desató una terrible epidemia de lepra. El pánico cundía por todas partes ya que se trata de una enfermedad terrible en la que se pudre lentamente el cuerpo del enfermo. No se conocía cura.
El rey promulgó un decreto: todos los que contraen la enfermedad deben ser aislados, llevándoseles a una colonia especial para ellos en la isla de Molokai. Debían por tanto separarse para siempre de su familia. Se les llevaba alimentos y algunos abastecimientos pero por lo demás eran allí abandonados a su suerte. 
 En 1873 el obispo de las islas se preocupaba de el cuidado espiritual de los leprosos. Pero comprendía que si enviaba un sacerdote a Molokai sería con la provisión que, bajo las nuevas regulaciones del gobierno, debería quedarse allí para siempre y casi de seguro contraería la enfermedad. 
El Padre Damián pidió ser enviado. Inmediatamente se puso en camino. En Honolulu se embarcó con 50 leprosos que eran enviados a Molokai. Sus nuevos feligreses lo esperaban en la playa en condiciones de extrema necesidad y desesperación. En las pésimas condiciones que encontró en la colonia, solo tenía refugio en una cruda capilla de madera donde su primer acto fue arrodillarse a rezar. Se pasó esa noche limpiándola. Con tristeza escuchaba la risa de los borrachos, el llanto de los moribundos, los aullidos de los perros salvajes que devoraban a los muertos. Allí no había ley ni protección para nadie. Los niños y las mujeres vivían con temor por la frecuente violencia. La gente vivía sin esperanza y sin paz. Se consideraba aquel lugar como un infierno en la tierra.
  El Padre Damián transformó aquel infierno con el poder del amor divino en una comunidad de y amor y paz. Por años sirvió solo como santo sacerdote ocupándose tanto las necesidades espirituales como las corporales. Bajo su supervisión se construyó la iglesia a la que nombró Santa Filomena, un hospital, enfermería, escuela, viviendas, etc. Su entrega llena de fe tornó aquel lugar abandonado de todos en una ejemplar comunidad donde se atendía a todos con esmero.
Por fin, en 1885, contrajo lepra a la edad de 49 años. A pesar del avance de la enfermedad, rehusó ser trasladado para recibir tratamiento.
"Hasta este momento me siento feliz y contento, y si me dieran a escoger la posibilidad de salir de aquí curado, respondería sin dudarlo: "Me quedo para toda la vida con mis leprosos"".
A pesar grandes sufrimientos y con su cuerpo desformado, continuó su ministerio hasta el fin de su vida.
   A su hermano Pánfilo le escribe el 16 de noviembre de 1887, unos meses antes de morir:
"Continúo siendo el único sacerdote en Molokai. El padre Columbano y últimamente el padre Wendelin Moellers son los únicos hermanos que he visto desde hace dieciséis meses. Por tener tanto que hacer, el tiempo se me hace muy corto; la alegría y el contento del corazón que me prodigan los Sagrados Corazones hacen que me crea el misionero más feliz del mundo. Así es sacrificio de mi salud, que Dios ha querido aceptar haciendo fructificar un poco mi ministerio entre los leprosos, lo encuentro después de todo bien ligero e incluso agradable para mí, atreviéndome a decir como San Pablo -Estoy muerto y mi vida está escondida con Cristo en Dios-".
Al final de su vida tuvo el consuelo del Padre Wendelin y las hermanas franciscanas que fueron a Molokai para encargarse de la enfermería. Entre ellas la beata Madre Marianna Cope quien dedicó mas de 30 años al servicio de los leprosos. 
Padre Damián murió leproso el 15 de Abril de 1889. Fue enterrado junto a la Iglesia de Santa Filomena en Molokai, Hawai.
  No faltaron acusaciones contra el Padre Damián aun después de su muerte. ¡Le acusaron hasta de buscar su interés personal! Pero no pudieron borrar la memoria de su santidad. Robert Louis Stevenson, presbiteriano, escribió una apasionante defensa al Padre Damián en 1905.
En 1936, el cuerpo del Padre Damián, que había siempre vivido en la mayor pobreza por amor al prójimo, fue  trasladado a la majestuosa catedral de Antwerp, Bélgica. El barco que le traía fue recibido por el cardenal primado de Bélgica, Van Roey, los obispos, el gobierno encabezado por el rey Leopoldo III y una gran multitud.
  Una estatua de bronze del Padre Damián en el Capitolio de EE.UU. representa el estado de Hawai. Una réplica esta en la Legislatura estatal de Hawai.
El primero de diciembre del 2005 el Padre Damián fue escogido por una encuesta nacional belga como el belga mas grande de todos los tiempos.
Beatificado por Juan Pablo II, el 3 de Junio, 1995 con el título de "Beato Damián de Molokai".  Fue canonizado por el Papa Benedicto XVI el 11 de octubre de 2009





Historia de Grandes Pequeños.

Grandes Pequeños
 Se trata de escritos de estudiantes de distintas edades, que espero se transformen en futuros creadores y amantes de la literatura. Son niños y jóvenes que con ilusión, constancia y pasión se han acercado, algunos por primera vez, a la literatura. Sus textos como podrán leer son una contundente negativa a la visión pesimista, que nos habla de falta de motivación e imaginación en nuestros tiempos. Estos escritos que a continuación se irán publicando, son una recopilación de un trabajo realizado por diferentes colegios entre ellos  fundación Juan XXIII, incentivando así a sus alumnos a participar de este proyecto cultural literario editado el año 2007.
Los colegios que participaron de esta edición son:
Escuela particular Juan Pablo II
Colegio San Pablo
Colegio Helvecia
Colegio Adventista


Las Frutas Amigas. 
Escrito por: 
Luciano Eduardo Urrutia Molina
Cristián Iván Alejandro Ortiz Matus
Darlyn Margaret Contreras Garrido
Matías Josué Samuel Insunza Maltes
Profesor (a) Tatiana Lopéz Jiménez 
Colegio Beato Damián de Molokai
Curso: Kinder año 2007

Las Frutas Amigas.
  Había una vez un pueblo donde existían sólo frutas eran muy felices, disfrutaban todos los días jugando, caminando, haciendo paseos en los campos, la señora pera era la mas alegre y enamoradiza, estaba completamente enamorada del señor kiwi, ambos se llevaban muy bien y se querían bastante hasta que un día decidieron estar juntitos y casarse en una gran iglesia, la que estaba hecha para todas las frutas del pueblo. El vestido era muy hermoso, estaba adornado con hermosas flores sacadas de los bellos prados del campo, ellos planeaban tener muchos bebes y para celebrar, realizaron una gran fiesta invitando a todas las frutas del pueblo, la cual fue preparada por don Plátano y doña Manzana que hicieron todo lo posible para que todos se sintieran muy felices.
  Pasó un buen tiempo y la feliz pareja doña Pera y del señor Kiwi tubieron un bebe al que llamaron kiwito que era un bebe frutita muy hermoso.
  Ellos eran unas frutas muy amistosas, nunca peleaban, cuidaban su entorno, salían a pasear de vez en cuando en una canasta muy grande, cuando las personas se iban de paseo al campo y cuando estas se descuidaban, las frutas saltaban de la canasta y rodaban cerro abajo y así pasaban los días y vivían muy felices y contentos por siempre.

El Cuento De Las Frutas
Escrito por:
Stefanía Catalan Muñoz
Catalina Yulisa Arias Gonzáles
Luis Alejandro Leiva Espinoza
Nicolás Ignacio Mellado Godoy
Francisco Javier Provoste Abarca 
Colegio Beato Damian De Molokai
Curso: Kinder año 2007
 
El Cuento De Las Frutas 

   Había una vez unas frutas que vivían en un canasto, estaban tristes porque en él se encontraban muy apretadas y no tenían mucho espacio para jugar, saltar, correr, dormir y estirarse .Hasta que un día se colocaron de acuerdo y decidieron trabajar todas juntas en equipo para construir una casa muy grande. El plátano por ser el más alto y el mayor de todos fue el jefe de las otras frutas y fue a ver como trabajaba, en ese momento se dio cuenta que naranja era quien recolectaba la madera para construir la casa, la pera tenia la tarea de limpiar el lugar donde iban a poner el piso. Con el rastrillo juntó mucha basura y la boto en el basurero, la manzana era la encargada de traer agua, para que las otras frutas se refrescaran porque tanto trabajo les daba mocha sed, la frutilla era la encargada de hacer los hoyos en la tierra para colocar las tablas grandes de la casa, la uva era la encargada de martillar los clavos, el kiwi era el más gordito y soló afirmaba los clavos ya que con eso no se cansaba, el durazno arreglaba los últimos detalles de la casa y cuando estuvo listo llegó la mandarina y como era muy preocupada le llevó lindas flores y las plantó en un macetero y las dejó dentro de la casa para que las acompañara y les alegrara todos los días. Luego de mucho trabajo las frutas terminaron la casa y para festejar hicieron una fiesta con todas las frutas y el canasto que había quedado solo, lo trajeron a su nueva casa para que las cuidara y acompañara cuando ellas salieran.